\"De tu nombre brotan la luna y su radiante armada, islas que surgen para destruirse.\" - José Emilio Pacheco
A mi cuerpo
Arribas, no sé cómo, pero arribas.
En mi ardor
Arriba, estás ahora de repente, no sé cómo, pero si bien arriba.
Magma impregnándose
A tu paso todo se torna terso con preliminar de incendio
No duelen los oídos ni la tierra
Ni el tacto ni el lenguaje, si estamos
Adhiriéndonos el destrozo de edificios, cordura y solsticios.
Lo de afuera que se congele o se hunda.
Por el momento aquí
Tus metacarpios y mi bonanza cómplices
De ceremonia
Lo de afuera que se extinga o se aplaque.
(El epítome de estar intercambiando llamaradas, plomo, martillazos y esbozos)
Fragancia del parpadeo
Colmena de rezos
Qué tanta amordaza me haces, volátil
Frágil quebrantas de lo externo
Unificados somos magma a voluntad
Lo volcánico atado a mi merced
Proclamado guardián de tus clavículas
Palpitante canícula si rasgo comisura y deseo
Eres magia derritiéndose.
(Varados frente al pantano y lluvia)
No olvido
Las abejas en tu iris.
Tu halo de anestesia.
Eres combustión.