Brisa que corres torrente
sobre copas de la palma,
del amanecer en calma
hasta tardes penitentes,
me pregunto si algún día
serás unidad con mi alma.
No te busco en los caminos
que recorres con los ríos,
ni en los hondos sembradíos
donde acunan las semillas;
te busco por las orillas
de los recuerdos vacíos.
Brisa de las ensenadas,
de granito y farallones,
donde estrellas e ilusiones
avivan el pensamiento;
detente por un momento,
hablemos sin emociones.
En tus alas silenciosas
quiero esconder las heridas,
y también las cosas lindas
que sus besos me dejaron,
los que nunca se marcharon,
navegando entre mis dias.