Ignacia.

Ideas incrustadas

Hay cosas que no debiera ver,
como el resplandor que mece cada átomo de su cálido cuerpo.
O tal vez sea lo impactante que puede llegar a ser la desgracia de la televisión. 
Quizá se refieren al canto de una dulce voz,
o aquel chiquillo de los labios rasgados.
Si es que gritáis palabrerías cada dos oraciones,
es que a caso se resguardan en la esperanza de un aprendizaje inexistente.
¡Eliminad a quien sea que haga pregunta! 
Contraponerse a todo aquello que... ¿No lo sabes? 
¿Te cuento un secreto?
Es que no hay nada...