Dama de azul y rosa,
de cabellera azabache;
con tu voz pregonas
la música del viento;
la sangre de Lorca
destila por tu aliento.
Las danzas gitanas
emulan tus brazos elevados
bajo tu mantilla
de flecos deslizados.
Hoy declamas
en nombre de los que luchan
y pasan hambre;
mas una carcajada de dolor
emana de tu boca;
puro arte y llanto
hay en tu voz de alondra.
Dama de los mil versos
que cantas para el pueblo
mientras tu cintura se dobla
arando la tierra.
Hoy evocas a Borges;
y mañana recorrerá tus labios
la pluma de Neruda;
y su verde tinta dejará huella
en la comisura de tu boca.
Llevas la poesía en las venas,
dama de mil amores;
y son muchos los que te aplauden
inclinándose a tu sombra.
Mas no te callarás;
seguirás uniendo tu canto
a las voces humildes que te aclaman.
Ingrid Zetterberg
De mi libro \"Por los bosques del silencio\"
Año 2,016
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