Crispina

El ser

Soy Nadie, soy un fantasma jugando a persona, jugando con palabras.

Sin embargo, mis palabras no tocan nisiquiera el viento, salen de mi alma sin penetrar tu pecho melancólico, así que he dejado de escribirte cartas en sonetos.

De mi conocimiento brotan hierbas ácidas, palabras semánticamente corrosivas, que se carcomen letra por letra, de morfema a lexema, acabando con mi sintaxis poética.

Mientras pierdo palabras, pierdo cabeza, pierdo las ganas de dejarle al viento lo que en residuos queda de mi certeza.

Pero sin esta pesada carga que exige el conocimiento refinado puedo entregarme a los placeres de la vida, y seguir siendo

Nada.