Pablo

El adiós fue dicho

Observando el movimiento de los árboles
Y el descenso de la presión atmosférica,
Habrán lluvias en mi corazón,
y grandes nubes cubriendo mi día.
Y si la quietud de los árboles,
La evaporación acumulada,
inundarán mi corazón.

Y si habíamos transitado,
Por sitios tan comunes,
como el de nuestros cuerpos,
Que la rareza de nuestra coincidencia,
Precipitaría a nuestros bosques,
La lluvia que reverdeciera el sentir.

Una oleada de sentimientos y pasiones,
que terminaran en amor,
odio,
deseo,
Todos esos sentimientos humanos,
Que había olvidado,
retornarón
como las letras
que ahora transcribo.

Y si,
El ocaso nos desvestía,
para darle ojos a las manos,
y con el alba,
Volvía la ropa,
como nos devolvía
la vista y las ganas,
de caminar por nuestras calles,
que trazamos en la noche.

Pero ahora,
El adiós fue dicho.
Y con ello,
Estas ultimas letras,
Cierran con el punto final.