Pablo

Pierdo la voluntad de escapar

Es en la cama,

Donde mezclamos nuestros alientos,

Donde desciframos con nuestros ojos,

La oscuridad y luz de nuestras vidas,

E incluso,

En donde inventamos el lenguaje táctil,

A flor de piel.

 

Es en la cama,

En donde me enciendo,

Con tus piernas

Y con tu voz susurrando al oído,

Es en la cama donde,

Le confiero ojos a nuestras manos,

Y boca nuestras almas.

 

Me hago preso de tus caderas,

Porque la voluntad de escapar,

La pierdo en cada noche,

Cuando enciendes mi alma,

Con tu aliento.

 

Pierdo la voluntad de escapar,

Por la miel que destilan tus piernas,

Y por el éxtasis,

Que imprime el olor de tu cuerpo,

Y soy preso feliz,

Por el sudor que fusionamos,

Por nuestras pasiones,

Y por nuestros gritos reprimidos,

Que descansan en las paredes.