La luz de tu mirada al expandirse
me abarca , me acaricia, me moja
me tomas y desaparecen
las fragancias ásperas de tu ausencia.
Mis labios se abandonan
en la saliva sensual de tus besos
y mis ansias se llenan de clamores ocultos.
Lentamente tu boca , barco a la deriva sin anclas,
atropella los vientos de mi cuerpo
que apacibles le ceden todos sus espacios.
Eres pasión envuelta con luz de luna
eres sabor nocturno que cabalga
en mi piel sedienta , fluida y candente.
Los instantes, pasajeros de la media noche,
se ven arañados entre gemidos y suspiros .
La noche se vuelve blanda…
ya nuestros placeres hacen silencio.