Un suspiro que no puedes ver
Un mirada que no puedes sentir
Se escabullen cuando cerca de ti me encuentro.
Hablar de ti y plasmarlo en una poesía es redundante.
Lo bello y mágico no necesita de palabras en papel que la adornen.
Gabriela, tú eres poesía sin versos, sin palabras.
Eres la que llega a mi mente antes del azul amanecer.
Eres quién me acompaña cuando empieza el ocaso de mis ojos.
Pero no te equivoques Gabriela, tu voz, tu hermoso cabello ondeando como marea en calma, tu piel blanca y tersa, tus ojos tristes llenos de sonrisas y tú sonrisa que opaca todo lo que puedo escribir están en mis sueños, y en este espejismo egoísta que acecha mis días. “Tener un pedazo de tu mágico corazón”
No porque quiera conformarme con un poco de el , sino porque quiero demostrarte que soy digno de el y ganarme poco a poco el derecho de permanecer bajo su cálida protección.