Einer Fidel Castaño Villamil

LA FLECHA DE CUPIDO

La flecha punta de oro de Cupido, 

ha pegado en la diana de mi corazón.

Es mi anhelo: ser amado, se querido, 

locamente por ti perdí la razón.

 

Con su arco muy bien templado,

su mejor flecha... ha disparado;

si por suerte me ha pegado

estos deseos en mi ella ha dejado:

 

Unir tus pechos a los pechos mios,

ser dos cuerpos un solo corazón, sin fín,

cual escudos en heráldicas unirnos;

como los pájaros  en San Valentín.

 

Serias mi musa, serias mi diosa,

mi exquisita celestial princesa

o mejor aun, mi  reina preciosa,

de latir por tí, mi corazón no cesa.

 

Estoy esperando, en este mi lecho,

una respuesta que me sepa a miel,

que estarás juntito, siempre a mi pecho,

si esa es tu respuesta, prometo ser fiel.