Virginia de Albán

AMOR DEL MEDIO CIELO...

 

El medio cielo rojo del amor,

su curva llama sola,

se arrastra por mi espalda

tan pronta y solitaria ante la noche.

 

Yo voy enceguecida

por los espejos álgidos

que en lo oscuro me acechan.

 

Y es que mi piel

se vuelve oro incesante,

cuando inundas e inundas

con tus lunas mi vientre.

Mi vientre de muchacha que arrastra

el frío desmesurado del ayer.

Noche a noche me cubre

tu humedad imprevista de estrellas.

 

Dentro de mi sombra hay solo luz,

luz entregada por el testigo

 azul del medio cielo.

 

Mías son todas las penumbras.

Mío este antiguo juego

donde el amor vencido

es vencedor.