Nadia ALMAZÁN - OFICIAL

Hablemos de amor.

Estos últimos días me he detenido un poco pensando en algo. El amor.
Una palabra con distintos conceptos, muchas definiciones, distintas perspectivas, innumerables historias y muchas ramitas que van de su mano. La imposibilidad, la decepción, la eternidad, la elección, la pasión, lo efímero; un encuentro, el apego, el capricho, el propio... e infinidad de circunstancias.
El amor que nos vuelve vulnerables y nos pone de cabeza. Aquel que hace que nuestros pies se eleven del suelo, desestabilice nuestra concentración y estimule nuestros instintos e impulsos.
El amor... que aprendemos, creamos, encontramos, buscamos... o nos encuentra, nos enfrenta y nos coloca en un estado de meditación incomparable. Que nos hace sentir que no hace falta nada. Y ¿será que no nos hace falta nada?
Me detuve a pensar... en que está. En la amante, en la esposa, en la novia, en la amiga, en la desconocida... y/o en cualquier situación común o fuera de, nos enfrenta. Y todos tenemos el derecho de sentirlo. Poniendo piel y corazón en el fuego, no solo manos. Ponemos olfato, entrega, intensidad, caricias y empeño... nos construye y a otros les destruye. Hay que aprender en cada paso y en cada caída, ya que si no sabes jugar en el amor, posiblemente te acabes. No porque el amor destruya, sino porque no te construyes de la mano de todo lo que te puede entregar.
Medito que... puede obtenerse en un segundo, en un día, en una semana, o quizá después de 20 años.
El amor, no es aquel estereotipo creado por películas o novelas, poemas o canciones. Está en la pureza del otro, en su simple existencia, en su esencia volátil que nos hará frágiles con su simple presencia...
El amor que nos hace cada vez más humanos dentro de su experimentación, y más maduros dentro de sus experiencias.
El amor que es el estado de meditación más hermoso, que nos da paz. Y nos acepta. No nos controla. Nos hace ser.
Ser en plenitud...
Te abrazo y bendigo que seas un ser enamorado. Estamos hechos para eso, para hacer lo imposible, posible.
Ama, ser enamorado. A quien tu quieras... cuando quieras y como quieras. Siente en intensidad y llénate del otro que de la misma manera te multiplica su sentir.
Amo que ames y que te amen. Es parte de vivir. Es parte de soltar.