Sus encuentros eran a escondidas,
se enamoraron uno del otro en cada sonrisa.
Nadie imaginaba
que esas dos personas tan distanciadas,
al llegar la noche sus mundos se juntaban.
Parecían la luna y el sol,
solo bastaba un eclipse para confirmar su amor.
Y este al terminarse cada quien andaría por su parte
esperando eses momento que encontrase.
Elizabeth Quiros
Relatos Meraki