Ezequiel Hugo Gonzalez

Castigo divino

No tengo alas.
Mi padre se las llevo con su propio dolor.
Ni una negra pluma que revele quien soy.
Y en este mundo terrenal.
Mi único aliento fuiste vos.
Por favor, ayúda a volar.
A este ángel necio que de su dios quiso escapar.

Fue causa nuestro amor.
Al amarte, siendo una mortal.
Fui olvidando mi naturaleza celestial
Y distraerme con vos me condenó.
A ser un ángel traidor a su dios.

Lejanos ahora son.
Mis vuelos al rededor del tiempo.
Y cada recuerdo de mis vuelos en soledad.
Hasta el día que te vi llorar.
En las puertas de aquel cementerio.

Error mortal y voraz.
Ángel traidor.
Bendito hijo de Dios.
Condenado al destierro.
A un lugar llamado infierno.

Muerta de pena y agonia.
Ahogada en llantos,
me viste siendo asesinado.
Por aquellos que alguna vez fueron mis hermanos.

Ya no puedo tomar tu mano.
Y ya de nada sirve que me salves.
Ya condenado estoy
Pues me es castigo divino.
Estar eternamente sólo.
En las cavernas del mas oscuro abismo.