Bryan Valenzuela Espinoza

Delirio por tomar cafe

En mi camino hacia casa durante el ultimo respiro de mi jornada,

aparece cierta extraña fragancia y aunque ahogado en mis pensamientos caminaba,

logre distinguirlo de entre la jauría de la tarde, entre preguntas y gestos entre tus labios y mi mirada

se distinguían  luces y oscuridades de amores farsantes, entre dos pieles mudas que a primera vista mataban sus nervios

que desmoralizaban paradigmas y alentaban el suave cruce de sus ojos que aunque oscuros

iluminaban desde mi corazón una adicción que me hacian querer cometer diez mil delitos

lentamente las palabras dejaron de importar desde aquel viernes 13 que coincidimos y escogí mi mas bella maldición

imaginando desde el otro lado de  la ventana, desde el césped del campus que ahora me hace flotar en una suave ambicion

de arrancarte de tu rutina para que destelles mi vida cada vez mas con tu efímera sonrisa tan invisible y a la vez con gran pasión

que no me para de enamorar y en cada encuentro improvisado por el destino intento robar aquella inocencia camuflada,

que en el atardecer 26 demostró que aun siendo la belleza mas sublime podria convertirse en un abismo muy profundo y sin caida

envuelto siempre en tus palabras en la resonancia de tu voz, en la unica respuesta sin eco desde tu alma acelerada.