Petronito

Bella Cotidianidad…

Desazonada tarde sombreada en parte por metros de concreto con ojos en sus cuadros de cristal,

Con sonrisas que lo ven todo placentero desde la altura Pero que no se atreven a bajar,

-¿Para qué bajar?

Para empujarnos de un lado a otro como maquinitas con lentes oscuros que ocultan la sensibilidad y que reflejan esa luz que penetra y que enceguece la calle, los carros, las cebras y los semáforos,

Insoportable luz que quema como el fuego, que enciende esas chispas de tranquilidad en bocas escondidas en los incomodos murmullos.

Bella cotidianidad…

Sometida al olvido y a la ilusión,

Que impacta con sus pies de flores que estremece cada Columna, cada bloque de este bosque gris,

Pies impulsados por esas ganas insaciables de caminar simplemente por caminar,

Donde la se selva de concreto no es suficiente para sombrear esos ojos solemnes que brillan como venus,

En medio de esos ardientes andenes agita sus raíces y genera olas que liberan todo ese calor compactado en las calles y en las almas.

-Con el cielo en el pecho…

-¿Para qué bajar?

Para abrazar con el cielo en el pecho, esas piernas, los  brazos y el ser  de esos pies de flores.

 

Hperafan.