Una noche que enciende y me lleva hacia atrás,
en un sortilegio de preguntas sin respuestas,
donde el presente se cuela sin permiso
y deja que me hunda en el mismo recorrido una y otra vez
y me estremezca de ternura anudada en la garganta,
como si me reanudara la duda arisca de un cruel comienzo.
Tal vez la vida no me recuerde con esa mirada,
la perdí en alguna vuelta de página al pasar
por los ojos de un hombrecito facil de romper y dificil de armar.
Un ser articulado por el fuego , el uso y desuso de los sentidos.
un ser que se pierde en muchos cuerpos y destila los instantes por los huecos de su risa.
Así los hacen , Don juanes de la muchedumbre,de flores al desamparo
para convertirse en una plaga de sierpes húmedas al tacto pero secas al brío,
al galope que el amor les niega y la pasión les deja.
Hombres sacudidos por la incertidumbre capaces de filtrar el trigo y la cizaña por el tamiz que la piel no les niega y la soledad les deja.