tibaldo

Los pensionados

 

 

 

 

Infiernos de cementos seducen con cuchillos atemorizantes en la gargantas los pobres ancianos utilizan cartones como mantas. en el piso frío acostados sufren     Solos, sin compañía, llegan temprano con la ilusión desgastada de ser los primeros cobran con la tristeza pintada los dineros A la tanta espera le tiembla la mano.   Sudor arremolinado, crecen los disgustos peleas, rabietas, rabias y empujones con atmósfera pesada, vienen los insultos.   Héroes olvidados, con el espíritu de los halcones prefieren la mansedumbre para evitar sustos aunque pueden cambiar la vergüenza de los cartones.