He oído más veces de las que recuerdo que, si algo tiene que volver, siempre vuelve y, la verdad, nunca lo había creído; entonces llegaste y le diste la vuelta a todo. Idas y venidas, subidas y bajadas y, al final, todo vuelve al principio pero mejor que nunca.
Y menos mal que le das la vuelta a todo, menos mal que me pones la vida al revés, menos mal que me rompes los planes, menos mal que estás conmigo, menos mal que has vuelto.
Volver. Qué fácil se dice y qué difícil de hacer. Qué difícil y qué bonito cuando ocurre. Qué bonito y qué felicidad la que me aportas.
Acostumbrada a tener gente lejos, a dar importancia a cada 5 minutos que tengamos, a compensar meses en minutos, a discutir y arreglar todo a través de una pantalla, a echar de menos a diario... Acostumbrada a eso? En verdad es imposible.
Pero vuelves, sonríes, me puteas, me la lías y te quedas. Y menos mal. Gracias.