Diego Nicolás García Contreras

Esquivo los baches de noche

Acá lejos

Allá arriba

Aparecen tronaduras de huesos

Un lienzo de pintura

Blanco y negro

Luz

No encuentro la espesura

La palabra que abrume la bruma

Y la brocha grumosa breve en penumbra

Bate las islas de mi mente oscura 

Y ávida de destellante locura

Allá lejos

Allá arriba 

Aquí dentro 

Cognitiva

Cognocible

Sentitiva 

La carretera del petróleo 

El ruido en óleo 

Del viento y su espesura

A venirse a mi alma

Cálidos gritan

Toneladas de fierro 

Olor a madera

Y la carretera me acoje en su vida

Promueve mi herida 

En las subidas

Sobre la corriente

De la ciclovía 

Cambié los patines 

Que me confinarian a tan roto rótulo de tortura y osadía

Allá cerca

En una sola vía

La luna es una vieja 

 

Tortuga marina

Y la ruta trae rejas

Óxido 

Parafina

Y el campo trae dulces pastizales

Arrollos canales

Arena removida

Entre las piedras aromas cenizas

Y trae dulces melodías

La noche me entrega a la bajada

Y a toda velocidad olvido

Me confino nuevamente 

A vivir sobre el asfalto de mis días