Verano Brisas

AY, ESPAÑA

Nos llenaste de venéreas,

camorristas y aventureros;

nos impusiste los toros

y una religión podrida,

pero nos diste tu idioma,

vistoso como nuestras aves,

amplio como nuestros ríos,

fructuoso como nuestras selvas,

profundo como nuestros mares.

 

Ay, España,

culo emergente de Europa:

Continúas invadiéndonos

con tus negocios leoninos

y corporaciones voraces;

tus euros tienen el hechizo

de aquellos espejos y abalorios

con que engañaste a los indios.

 

Aun así, no te aborrecemos

porque madre no hay sino una

y nos correspondió a nosotros,

seas virgen de yeso en los altares

o pelandusca de azarosa trayectoria.