Alejandra Arrieta

Tacto sin piel:

¿Se han dado cuenta en el tiempo que perdimos por dejar que un pedazo de carne reinara nuestro universo? Cuantas veces nos dejamos caer al vacío esperando a que el mismo nos regrese a nuestra zona de confort, caemos y seguimos hundiendo nuestro ego sangrando nuestra esencia para que al final de los golpes nos creamos capaces de levantarnos, pero a veces te quedas esperando al mismo que te llevo a ese punto para observarlo caer contigo. Tenemos tanto espacio lugares y remedios para seguir nuestro camino, pero siempre terminamos divagando, esperando a aquel que nos hizo sentir algo. Quiero decirles que, a mis pocos años de vida, la cantidad de personas que me han hecho sentir ese orgasmo ese placer que te congela el cuerpo y el tiempo, son muy pocas. No hablo sexualmente porque en mi punto de vista, el ser humano tiene la capacidad de rondar por tus lados más oscuros de leerte cada espacio de las costillas y contemplar tu pulso sin que te estremezcas. El mador que cubre cada espacio de tu columna, como si cada una de nosotras fuera una quillotra. Me gustaba sentirte en mis palmas, tus lagrimas eran como volver al mar. Me gusta despedirme de aquellas personas que me hacen sentir todo menos odio, las suelto porque siento que al final van a terminar escapando de la jaula. 

El dolor es necesario.

ansiedad neutral