Y tú que me decías te quiero,
sin saber ni qué ni cuanto dar,
y tú que te aferraste a un amor mal entendido,
sin entregarte en alma y corazón.
Hoy te extraña que las cosas sean más lejanas,
más lejanas de lo que tu las pusiste,
ayer según tu amor no merecía,
hoy el desamor enturbia mi existencia.
Plañideras súplicas por un reencuentro,
que no sabes ni tú cuando será,
y un te quiero desvaneciéndose en el cielo,
mientras mil trivialidades aprisionan tu ser.
Cuanto quisiera que tu bien supieras,
qué y cuánto darme de ese amor desmerecido,
sin temor a equivocarme por volver contigo…
…y ahora cuánto de ti he aprendido.
Ah!! Cuántas banalidades a cambio de un destino.