Cuan prohibido 
puede ser observar la noche 
oscura y sin luna,
pensar en tus ojos
cada que veo una estrella
deleitarme con el recuerdo
de aquel inesperado beso,
cuan prohibido
puede llegar a ser éste sentimiento
embriagándome del recuerdo
de tus manos suaves 
acariciando las mías, 
cuan prohibido ha de ser
pensar en mis besos 
recorriendo tus manos
colándose en tu cuello
buscando llegar a tus labios,
cuan prohibido ha de ser
pensar en peinar tu cabello
y verte dormir en mi regazo.