La vista edulcorada.
La figura aparente.
De adornos revestida.
Disimulo latente.
Atractiva fachada.
El interior pretende.
Fuego fatuo emergente.
El misterioso cactus.
De mirada atractiva.
Festonado de flores.
Esculpido en el aire.
Preso en el horizonte.
Afiladas agujas,
su riqueza defiende.
El bálsamo de vida,
que su cuerpo retiene.
La hermosa flor deleita,
con pétalos de seda.
Subyugante el aroma,
que dadivosa ofrece.
Más su esbelta figura.
De espinas tachonada.
Alerta a los que vienen,
por su estructura amada.
Sinfonía de colores.
Arco iris que habla.
Desplegando sus armas,
de lujuria plasmada.
Flecos bellos de sueños.
Tejidos para el alma.
Con festones de besos,
invitando a adornarlas.
El mágico plumaje,
que la sangre emborracha.
Perfumes que despiertan,
las pasiones preñadas.
Crisol de voces llenas,
que reclaman amarlas.
Luces negras y blancas.
De potente mirada.
En el vórtice oculto,
donde anidan las almas.
En múltiples colores,
a su fin desplegadas.
Sofocando los gritos,
que desbordan la calma.
A. L.
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