Porfirio Tárrega

Me conformaria

Disfrutaba tanto aferrarme a tu cintura, sentir tu piel con estas manos curiosas, que hallaban su camino hasta tu tibio vientre.

 

Extraño los largos besos, besos de ojos cerrados y soles ignorados, de tardes transcurridas en instantes.

 

Sentir que nada faltaba al escucharte y contar historias hasta ese momento reveladas. Me sentía vivo, tan agradable y peligrosamente expuesto.

 

Ver una nueva cama en cada ocasión y sentir la ansiedad de saber que te haría el amor.

 

Me entregaba y mi único deber era encontrarte y redescubrirte, darme cuenta de que no importaba repetir una caricia; el placer de recorrerte era siempre impredecible, un obsequio inesperado.

 

No alcanzo a recordar cuantas horas le dediqué a tu cuello, escalera al cielo. No había mejor vista de ti, que mirarte extasiada con mis labios rozando tu oido.

Pero es este punto del olvido mal logrado, me conformaría sólo con verte y renovar el sonido de tu voz en mi memoria.