Fantasmas. (Soneto) .
Hay agua en los charcos de mi pena
y en las venas la sangre es solo barro,
detrás de cada beso hay un guijarro
y dentro de los ojos solo arena.
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Incluso en el silencio más profundo
se refleja el dolor constantemente,
de los labios emerge de repente
el nombre de un recuerdo moribundo .
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A menudo con lágrimas escribo
palabras que se quedan sin respuesta,
y es tan grande la nada que se presta
que me cuesta pensar que sigo vivo.
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Las calles de mi vida son espinas
de rosas que se han muerto en las esquinas.