Pablo R.

MUJER ALADA (Soneto Clásico)

 

En el otoño tan gris de mi días
apareciste sin más con tus luces
con tu sonrisa que tanto reluces
como si fueses un nuevo mesías

salvando mi alma de noches sombrías
rompiste cuantas cadenas y cruces
que me tenían rendido de bruces
con tus caricias mi piel ungirías.

Mujer alada que sanas mis huesos
con tu presencia rescatas mi ser
mi herida limpias al darme tus besos

mi corazón ya volvió a renacer
libra mis penas, pecados confesos
tu agua bendita ya quiero beber.


-. Par
14042018
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