J.R.Infante

Yo tuve un amor azul

Yo tuve un amor azul

y sus trenzas envolvieron

la redondez de la luna. Nací

al repique de campanas; besos

manchados en caprichosas tinieblas.

Amé, quise, me embriagué de ojos,

Grabé en mi mente la Ley.

                   Rocé altares, silencioso,

mientras mis huesos se helaban

y el otoño enlozaba jardines,

sepultaba babosas de dos en dos.

Pasaban a trote de caballo

corazones envueltos en tez morena,

cabellos de trigo, manos de pan.

Pasaban, pasaban...

Los muros de la catedral cernían

su sombra sobre mis pasos;

los besos se derramaron sin ser vistos

por la seda de tu piel,

Miles de cirios fueron prendidos,

se atascó el reloj de arena.

Sacudidas bruscas de las entrañas

formaron islas humanas;

Nos desnudamos sin pudor.

Maremotos de días sin horas

nos devolvieron a la playa;

me senté en el brillante alquitrán.

                   Sin cruz de guía

ni horario de domingo

vago en mi isla de manzanos.

Tardía fruta que no se deja

amasar entre mis dedos.