Nunca esperés nada de un café.
Son como las personas:
Cuanto más se espera se ellas,
menos se podrá disfrutar de su verdadera esencia.
Se intentamos anticipar la percepción de los sabores,
nos cerramos para que el inesperado nos sorprenda y nos pueda apasionar.
Hay cafés de altidud.
Son rebuenos.
Sobrevieron por arriba de las cosas del mundo.
Se distinguen del ordinario... de lo esperado.
Son como las personas que han crecido por en cima de todo.
En la fría soledad de la altitud
desarrollaron sus exquisitos sabores florales
Exclusivamente reservados
para quien, sin expectativas, sepa tocar su corazón.