la flaca

La desconocida!!!

Titubea en el lodazal de ese sentimiento, nunca ha sido fácil reconocerlo y ahora más que nunca siente el ahogo de lo inevitable, ha perdido el sueño tratando de explicarse ¿qué fue lo que pasó?, en que parte de aquella historia su corazón tornose insuficiente para mantenerlo vivo, no lo consigue y resignado, antes de que amanezca, inicia con los preparativos de la despedida, que consiste rudimentariamente en la ingesta de licor, esperando que para mañana tenga suficiente miedo o  suficiente hastío para sólo marcharse.

 

Clarea, iniciar el día no es su parte favorita, pero si ya sabe lo que debe hacer y no siente nada adentro precipitándose al estómago, si ni un leve escalofrío le recorre cuando la piensa ¿por qué tanta tristeza?, es ahí justamente donde se vuelve a confundir, si hubiese imaginado tal magnetismo entre su piel y su pensamiento, probablemente hubiese escogido otra salida, la aproximación nunca se previó como una trampa, ¿cómo largarse ahora cuando el mundo supuestamente le sonríe?, que doloroso es descubrir que nos sienta bien el fracaso, que escogemos automáticamente el malestar, porqué simplemente no le da la mano y continúan su camino, uno a la par del otro, ¿por qué tiene tantas ganas de huir?.

 

Termina una botella y al dejarla en la mesa se precipita con ellas hasta el suelo, en el corto trayecto de su desplome humano, ella le toma la cara y le sonríe amorosa, le contiene con un trapo la herida en la sien de donde sale a borbollones la tibieza de la vida, -no te vayas Mirian- dice aletargado, mientras sucumbe al sueño del olvido, y ella se pregunta ¿quién será Mirian?, quien irá al sepelio tratando de pasar inadvertida.