Verano Brisas

LOS BELLOS DÍAS DE LA PRIMAVERA

Así como los filósofos chinos

de la escuela idealista, en el siglo XVII,

preconizaban que la amistad,

el buen humor y algunas excentricidades

son las virtudes supremas,

preconizo yo que nuestro amor,

nuestra amistad, y los placeres

derivados de dicha combinación,

son también nuestras virtudes supremas.

 

Ámame entonces como lo hago yo,

con estas sapientísimas premisas,

sin temores ni dobleces

que pongan contra el duro suelo

los bellos días de la primavera.