Lucas Gress

EstrĂ­as en el pantano

Había nubes grises

había igual sobresaltos

estaban los esteros y

estabas tú, dulce encanto:

con una mano extendida

cual brisa suave,

que arropa al desalentado

que avanza conjunto sus pasos.

 

Como al viejo árbol,

cuando despojado de sus hojas muere,

así mi espíritu se va hundiendo

en las enfangadas estrías

de este suelo pantanoso;

así caen mis lágrimas quebradizas

a los huesos húmedos de la aberración informe.

 

Y ahora, dulce encanto

que tu brillo no más me acompaña

de arenas movedizas

no salvan mi espíritu tus manos milagrosas.