Verano Brisas

NEREIDINA

Tu silueta, cual niña de trece años

que comienza sus formas a anunciar,

se ve ligera como pluma al viento

cuando cruzas jugando, por el mar.

 

Tuyo es el nombre, mi gentil canoa,

que no puedo dejar de pronunciar;

compuesto de Nereidas y de Ondinas,

te quise con mi pluma bautizar.

 

Chica preciosa donde yo navego,

te acarician mis remos al bogar;

tú, posando la quilla entre las olas,

muy coqueta te besas con el mar.

 

Al ritmo danzas de la inquieta brisa,

conmigo sueles tu emoción cantar;

yo, desde el fondo de mis claros ojos,

quiero siempre tu imagen reflejar.

 

De proa a popa enamorado vivo

por tu gracia, belleza y suavidad;

pienso dejar mi corazón contigo

cuando viaje sin ti a la eternidad.