Deseo insaciable
del alma que guarde calor tan ardiente,
de amor memorable
con fuego potente,
que cubra mis ansias con grande torrente.
Deseo los besos
que dan los amantes con grandes portentos,
que pasan traviesos
igual que los vientos,
dejando en mi cuerpo sus dulces alientos.
Deseo caricias,
de manos sedosas con flamas prendidas,
que son las delicias
que vienen henchidas,
con rosas y dalias, en luz convertidas.
Deseo la boca,
sensual y coqueta que colma de anhelo,
que el alma me aloca
alzando su vuelo,
por esos espacios que llevan al cielo.
Deseo el amor!
que llega florido de bellas pasiones
con dulce calor,
que son los blasones
que cubren la vida de mil emociones!!
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Pintura de Mauricio Solís pintor Nicaraguense. Fue director de galería Praxis (1996-1999), por su labor recibió en 1988 en Guatemala el Premio “Ceiba de oro”, por la Mejor Galería.