Se esfuman las voces, huyen con prisa de mercenario,
entre la arritmia latente y estampida de transeúntes,
donde destino y suerte, juegan a los naipes a diario,
con las almas que en zapatos, van cruzando las calles
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Quedan deshabitados los parques, se vacían las taquillas,
mientras las hojas caen enmudecidas y desalojan al verano,
el mundo entero corre al circo, en busca de una maravilla,
desnudándose las manos, frente a cualquier vidente pagano
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Apedreado por el atardecer, se desploma humeando el sol,
y lentamente el día, termina su coreografía y baja el telón,
un par de amantes en escena, esgrimen al incesante farol,
y mendigan madriguera, y el anonimato de un pequeño ratón
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Hay días que desaparecen, como buque fantasma sin tripulación,
que pasan desapercibido del calendario, y se van sin decir adiós,
son la sobriedad de un adicto, en el éxtasis de su alucinación,
efímeros y frágiles, como un castillo de dominó
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Juan Ruiz
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JRG03/2018YGFU
Hermosillo Sonora, México
Imagen: “Familia de saltimbanquis”
Autor: Pablo Picasso