PETALOS DE NOCHE

A una desconocida [a Jael...]




...[Ahogado en la asfixia de encontrar el vacío tan dentro, hasta los huesos, hasta la carne, hasta la sangre [hasta el alma], perdido estoy en la soledad [sin tiempo y final sin final], escupiendo latidos de soledad en la franja oscura del cielo, donde alguna vez se entrelazaron vibraciones de mi pecho con el rechinar de mariposas [donde el amor fue un sepulcro de mi muerte[ siendo vestigio del creador donde he perecido muchas veces sentir los colores atravesar la mirada perdida incautada en mi retina [donde me he perdido] y no encuentro razón para soslayar versos del alma sino que me entierro en el pavimento, en esa gris noctámbula adicción de corroer mi sangre hasta quedar vegetal, enterrarme en el exilio de mi verbo a la carne, donde amanezco carcomiendo la luz que se oxida en mi pecho..., donde fermento hasta sentir pudrir los sentimientos hasta perder la noción del tiempo

he estado perdido [ahogado] 
Muerto he estado, mirando las aves atravesarse en su caída al horizonte
excomulgando el pan de la carne
sobre la tinta podrida a la sangre
que grita voz, anocheciendo soledad en silencio

... en el luto donde permanecemos, verbo verbo y sed
donde nos callamos el pecho, quemando las entrañas
donde estoy masticando la llaga profunda de mi corazón en veneno,
donde me pierdo sin encontrarme, borrando cada partícula sonora del universo
donde anochezco, 
                                donde muero.