José López Moreno.

Verde esperanza.

Se vistió con traje de los días festivos.

Los zapatos de color esperanza.

En los ojos los cristales de la realidad.

Dibujó en su pálido rostro una fría sonrisa.

Cortó las alas a sus emociones que le hacen viajar 

por lugares de fuego y cristal, 

decía: para nunca más poder volar.

Pero la mirada y su frágil voluntad caminaban aturdidos

por la angustia y la ansiedad.

No encontraba salida al laberinto 

de los sueños rotos

en el camino de la tristeza y soledad.

De nuevo prendió fuego a sus alas,

esas alas de la adicción que le hacen volar

por lugares de luces y sombras

para conseguir una dosis más.

 

Anoche, con luna llena iluminada de estrellas,

como una vela en un soplo de viento

la vida se le apagó.

Al llegar el alba dicen que le vieron

sin sus zapatos teñidos de esperanza

en los brazos de una blanca dama

con las alas cansadas de viajes fugaces.

Y, como luciérnaga dejando estela en su largo viaje,

el ciclo de la adicción a la droga continúa.