Vicente Martín Martín

Vente a dormir conmigo

Está el sol muy extraño y se han bebido los ángeles rebeldes

el agua de las nubes,

no te quedes ahí

como un sueño de nácar dibujando su eclipse,

no te quedes ahí, tierra de nadie, territorio polígamo,

vente a dormir conmigo y ya hablaremos mañana

de quién eres,

quién soy

y quién ha puesto tu rostro en esta cara del mundo en que yo habito.

Y si quieres

postergamos los besos y esperamos a ver cuánta epidermis

ocupan las palabras,

contamos los latidos del mar en nuestras manos

y después

cuando el día se acabe y nos abrace la luz entre algodones

probamos a encender alguna estrella.

Casi no te conozco y ya eres lago glaciar de mis recuerdos,

apenas sé tu nombre y ya repito

ciudades extranjeras y rincones de océanos

donde llegan millones de turistas con la única

infancia de ser náufragos.

No adeudamos a nadie una caricia ni tememos

arriesgar el futuro,

no te quedes así como una donna recorriendo el proscenio:

vente a dormir conmigo.