Voy caminando caminos
que yo escogí como senda
entre cierzos y ventiscas
mi voluntad no se quiebra;
he nacido p\' luchar
y yo bendigo esa estrella,
mi corazón palpitante
es una blanca bandera
donde flamean los sueños
de tres hermosas doncellas:
La Libertad, La Justicia,
y La paz, que son quimeras
que los pueblos oprimidos
con el alma las desean.
Por eso bardos del mundo
sean sus versos saetas
que penetren sentimientos
que duermen en la inconsciencia.
Con inquebrantable fe
empuño siempre la tea
que alumbre bien el trayecto
de aquellos que por inercia
observan indiferentes
que la injusticia campea.
A la cárcel no le temo
ni me asustan las cadenas,
me asustan mas los cobardes
cuando sus voces silencian
y son cómplices callados
de tiranías funestas
que someten a los pueblos
a la infamante pobreza.
Canten a la Libertad
mis apreciados poetas
que la gloria mas gallarda
que da fulgor a sus letras
es aquella que denuncia
tantas maldades siniestras.
Que no se duerman sus plumas
que se levanten enhiestas
lanzando a los cuatro vientos
del verbo la hermosa flecha
que lleva aromas de Paz
y Justicia verdadera.
Que sea néctar su tinta
donde la esperanza abreva
esos sueños tan grandiosos
de un mundo sin hambre y guerra.
Denle cabida en su pecho
a los versos que nos dejan
esos mensajes de lucha
que cual veleros navegan
en las almas aguerridas
que con gran pasión se templan
para encontrar el camino
hacia la playa que espera
la magnánima hidalguía
del que muere por su tierra,
y lleva el yelmo forjado
con la sangre de sus venas,
Canten!, Canten! visionarios
esa rima tan excelsa!!
Autor: Aníbal Rodriguez.