Nervio errante

2 AM.

Caminando a casa mientras bocanadas de humo mortífero bailan en mi boca,

calles vacías al igual que el alma de aquellos valientes que las exploran,

la lluvia me aprisiona con su seductor canto cual sirena en el mar;

estalactitas de dolor caen por mi capucha y encharcan mis ojos a la luz de la solitaria luna.