Edmundo Rodriguez

Y YO SONREÌA

Una visita al campo , era urgente , 

mi diario vivir se habìa transformado 

en rutinario , todo en un horario 

conveniente para todos , me estaba 

ahogando . 

 

Detuve la rutina y me fuì de paseo , 

una campiña llena de vida y frescura 

me recibiò , la cabaña era còmoda , 

el descanso me hizo soñar sin sobresaltos . 

 

El amanecer me invitò a un recorrido , 

donde las voces estaban ausentes , 

y el tierno canto de las aves , decìa lo 

bello del vivir . 

 

Las mariposas surcaban los cielos , 

posàndose en las ramas

de las flores y àrboles . 

 

Ls frutos abundantes de los naranjos , 

me invitaron a comerlos y asì lo hice . 

 

Los mangos amarillos colgaban con 

la alegrìa de complacer el paladar de 

los caminantes . 

 

El rìo cruzaba tranquilo e invitaba a bañarse , 

no pude resistirme y gocè de una refrescante 

remojada , que mi cuerpo agradeciò . 

 

Sentì el amor del Gran Creador ,

entregando lo bello de su sentir 

a sus hijos , y yo sonreìa .