“Un día simplemente salí a buscar un sueño… y te encontré a ti”.
Busco el sueño aquel donde siempre te veía
y despierto cada día sin haberlo encontrado,
sabía muy bien que no eras sólo una fantasía
y que un bello verso dedicado a ti tenía guardado.
Busco con afán la letra de la canción que te escribí
y estoy seguro de recordarte mucho escuchándola,
la estrella que te juré que tan sólo brillaba para ti
y que en ese sueño muy feliz me veías bajándola.
Busco al perrito negro que te gustaba y nos ladraba,
ese que moviendo su colita parecía captar el amor,
aquella lluvia que en ciertas tardes tu cuerpo bañaba,
aquel arco iris que para nosotros, cambiaba de color.
Busco el jardín hermoso de donde sacaba las flores,
las que acostumbraba decirte que sólo a ti me olían;
ellas parecían entender todo sobre nuestros amores,
yo les hablaba de ti y ellas más hermosas se veían.
Pero hoy, al no encontrar el sueño que se me perdió,
tampoco encuentro nada de todo lo que mencioné,
la canción que te compuse al parecer, nunca existió
y la estrella que te bajaba, no sé ni cómo la inventé.
Ya no ladra aquel perro y ni siquiera se me aparece
ni hay colita que se mueva por algún amor captar
y la lluvia moja otros cuerpos pero jamás moja ése
que era precisamente, aquel que más solía empapar.
El arco iris en blanco y negro ahora se me presenta,
la verdad es que ya no logro entender este misterio...
se murieron las flores y cuando pude darme cuenta,
el jardín de donde las sacaba ya era un cementerio.
Hoy quiero dormirme hasta ese sueño otra vez hallar
y que exista de nuevo todo lo que ahora ya no existe,
quiero saber que no es que haya empezado a alucinar,
prefiero pensar que estabas, que existías… y te fuiste.
Pero quiero ese sueño y con todos los detalles adentro,
el verso, la canción, la estrella, la lluvia que arreciaba;
el perro que ladrando muy feliz nos salía al encuentro,
el arco iris, el bello jardín y cada flor que te entregaba.
Escribiendo todo esto, la verdad parece que ya desvarío
y que tal sueño nunca aparecerá porque yo... estoy loco.
Quisiera buscarte en el espejo pero pienso y me sonrío,
que temo descubrir al verme, que yo no existo tampoco.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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