DEMÓDOCO

NO EXISTO PARA INCLINAR LA CERVIZ

 

En prosa breve 22

Por Alberto JIMÉNEZ URE

(Para mi hija Alejandra Linssey)

«Desde cuando [infante] persuadí que la Razón Suficiente sería mi Reina y el Juicio Rey, anhelé conducir mi existencia por el Sendero del Pensamiento Filosófico: también el Cuento, Novela, Sátira y la Crítica Social. No vivo para inclinar la cerviz ante protervos, reyezuelos, imbéciles, resignados o lamebotas. Intuyo, deduzco, enciendo […] Movilizándome cauto y con inteligencia logro alcanzar el Nirvana»