Hidalgo Caballero M.

Mi corazón bizarro.

Mi corazón bizarro regaña a mi alma calmada

que amaneciendo el día fantasea resignada:

_ ¡Fuerza y no ilusión, pasión y no devoción!

Que la vida es muy dura y no es tiempo de diversión.

El alma contempla sonriente al corazón valiente

y le susurra al oído:

_ ¡Qué triste sería mi vida sin mí terco corazón!