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Mi ángel

 

 Como un ángel caído del cielo y acurrucando mi alma entre tus senos, me distes el calor de tu corazón, tus ojos reflejan la claridad de tus sentimientos, tan profundos que no pude moverme en todo el tiempo que, abrazado a ti, quedé sin voluntad esparcido en pedazos todo mi ser.

   Cómo tu mirada logra explicar todo lo que en palabras podría llevar toda una vida? No lo sé, solo mi experiencia logra descifrar el código de tus actos, ellos solo me empujan a obedecerte, mimarte, besarte, amarte sin que mis fuerzas padezcan el cansancio de toda una vida, la química de tu piel me hace vibrar al ritmo de tus movimientos sin que mi corazón logre encontrar mi alma.

  Esta emoción que me embargó al verme parado junto a ti, tus labios tan cerca de los míos, no hizo mas que mostrar que la felicidad llega en cuerpos pequeños, esos que frágiles de corazón pero grandes y fuertes en espíritu nos muestra una vida tan hermosa que queremos vivirla, y la próxima, y todas.

   Tu sonrisa dulce logró seducirme hasta lo mas profundo de mi ser, tanto, que no me pude contener, mi instinto pudo más y el beso nos dejó sin aliento, bebiendo todo el jugo de tu boca, que como si fueras un oasis lograste refrescar todo el calor de ese momento tan mágico, tan bello.

   Tus manos me acariciaban como si fueran una manta de seda que cubría todo mi cuerpo mojado en sudor, el que tu boca bebía tan despacio que mis instintos de placer no dejaban que la razón logre controlar a la pasión.

   No tengo palabras para describir tan dulce momento que me hiciste vivir, aferrado a tu cuerpo, deseando que nunca termine este acto de amor profundo que dura una eternidad en mi mente, y  solo un momento en la vida, no hago más que pensar en ti, solo tus besos apaciguan la espera a otro apasionado encuentro, solo tus besos me despiertan de mi letargo, solo tú, tienes mi amor, solo yo, se cuanto te amo.

 

 

José Luis Vega