Teodocio Potes

A ti te concedo todo, pero...

A ti te concedo todo,

desde la dicha de amarme,

de tocar por donde quieras

despacito y con pujanza,

de olvidarme por raticos,

de maltratarme en palabra,

de golpearme con el codo

o también de despreciarme.

Más te  aconsejo querida

que si piensas algún día

en acabar con mi vida,

por celos o desconfianza,

piensa muy bien en la herida

que te puedo propinar

que aunque todo  te concedo,

si te vienes en mi contra

con pistola o con torpedo,

la victima podría ser otra.