agustin Garcia

A Mi PADRE,

Jamás conociste una vejez apacible,
Tu vida la trazaste, siguiendo tus ideas,
Ayer, sin ruido, y en el olvido del pasado,
El soplo de tu voz para siempre se apagó,

No pedías nada, justo más justicia,
En tu corazón tenías, sólo amor a compartir,
Pero usado, cansado , tus sueños se desmoronan,
Y parecen perdidos, en un mundo saqueado,

Nos hablebamos tan poco, un pesar para siempre,
Sin embargo nuestras vidas siempre fuertemente unidas,
Guardare de ti, la imagen del amor y la esperanza,
Y tu dulce memoria me falta perdidamente.

agus