Bambú

HAY MAÑANAS Y MAÑANAS

Hay mañanas que no me quiero levantar
Entonces la cama escupe mi cuerpo,
cansada de arrugas del girar de mi cerebro...
Esas mañanas,
os lo juro,
me levanta la cama.

Hay mañanas que soy yo quien levanta la cama,
con todo su peso de sueños,
tan fuerte estoy...
tan ágil me siento...

Hay mañanas de sábanas blancas y amarillas
y mañanas que se ciernen
grises...
o negras.

Hay mañanas tardías de sonrisa plácida,
de ojos chinos...
y hay mañanas que madrugan amargas,
con los ojitos abiertos de espanto.

Hay mañanas que ni el café las despierta,
que piden dormir a pierna suelta
hasta pasado mañana
para poder recomenzar.