Si vuelvo a renacer.
Pues no se a donde vaya la hermosa primavera
y, sin el pan, los niños han muerto; mi ¡Dios santo!
redobles de campanas escucha el camposanto
porque la bruma es brisa fría sobre la higuera.
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Para quitar dos pétalos donde la pena era,
¡Ay ecos de silencio! Y los ojos con llanto,
quiero no ver las penas, que despierte algún canto
allá donde la brizna tras el viento no muera.
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No quiero más humanos con el alma transida,
y es limpio el olivar, y verde el pensamiento;
junto a ti cual violeta, mírame entretejida.
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No me vencen heraldos de muerte ni un momento;
con la fe y la esperanza, la tierra prometida
se abrirá sobre el mar con un cálido viento.
06-01-2018